La boda de Manuel y Denisse en Guadalajara, Jalisco

El Padre ya estaba listo y el cortejo también, empezó la música Canon (Pachelbel) y yo abrazada de mi padre empezé a caminar junto a él. Entre los nervios y la felicidad, no sabía qué hacer, empezaron las fotos, empezó mi nuevo futuro y ya estaba junto a ese hombre que me dió su mano anteriormente, aquel que me dió seguridad en el momento que más lo necesitaba. Manuel, sí, mi esposo y entrelazada su mano con la mía, vió esas argollas más resplandecientes que hace dos días antes, las cuales solo eran unas hermosas argollas. Pienso ahora en nuestro vínculo y sigo pensando y sigo observando, hasta que entonan el Ave Maria (Bach) y ahí pienso que realmente todo conspiró para ser el día más felíz de nuestras vidas. Entre que ofrecimos el ramo a Nuestra Señora y la salida triunfante con la marcha nupcial, seguían los aplausos y las felicitaciones, ¡y hemos concluido la ceremonia! Nos esperaba nuestro auto clásico y ya estábamos listos para la recepción en un hermoso lugar pequeño con una terraza acogedora y con una pequeña fuente. A la luz de las velas que junto a la luz del sonido musical reflejaron a las mesas redondas estilo vintage, listos para convivir con nuestra familia y amigos más íntimos, listos para cenar y degustar, listos para bailar y sobre todo, ¡para disfrutar nuestro grandioso momento!