La boda de Manuel y Rocío en Manzanillo, Colima

A las 4:00 de la tarde yo ya estaba maquillada y peinada, lista para ponerme mi vestido, en este momento me quedé sola, los nervios y la emoción se sentían más, solo pensaba que en dos horas más estaríamos comenzando pero mientras veía los estados de mis amigos en las redes sociales, todos subían fotos del hotel, de la playa, etc. Todos estaban también emocionados y felices, el tiempo se fue rapidísimo y ya era hora de ponerse el vestido.

A las 5:00 de la tarde me puse mi vestido, no podía dejar de verme, y amé el vestido. Yo no quería un vestido ni tan blanco ni tan amplio, ya que era boda de playa, y ese simplemente me encantó

Ese momento, en el que ya estás lista con tu vestido, tus zapatos, tu peinado, el momento que tanto planeaste, la emoción, y no debes llorar, aunque quieras no debes, porque podrías arruinar tu maquillaje y el preciso instante en el que mi novio llega y ya está listo, y ambos nos vemos así, listos.

Solo estuvimos solos unos minutos, ya que la fotógrafa nos alcanzó en la habitación para desde allí hasta la locación tomarnos fotos todo el camino.

Al llegar al lugar de la ceremonia ya eran las 6:00 y a esa hora comenzábamos, algunos de nuestros familiares ya estaban allí y a partir de ese momento todo fluyó y pasó rapidísimo. Al finalizar la ceremonia nos dimos cuenta que había luna llena y que no habíamos podido elegir mejor día.

Nos tomamos fotos con los invitados, y mientras los invitados pasaban a la cabina fotográfica y se desplazaban unos metros hacia el lugar de la fiesta, los recibían con un coctel, los ubicaban en su mesa, etc. Aprovechamos y nos tomaron fotos con la luna de fondo.

Colocamos a un lado de la mesa de honor una mesa de botanas saladas, así los invitados podían elegir lo que quisieran, y el tener que levantarse de su mesa para tomar la botana hacía que se encontraran con otros invitados y platicaran, así no estaban solo sentados en lo que comenzaba todo.

Al llegar nosotros al lugar de la fiesta ya estaban todos en sus lugares y listos para comenzar, con un video de nosotros, el primer baile “Hasta mi final” - Il Divo, la cena, el pastel, el ramo, etc. El tiempo pasó rapidísimo, la organización fue tan buena que tuvimos tiempo para cenar y disfrutar perfectamente de nuestra cena. Y bailar y bailar muchísimo. Para que estuvieran más cómodas les dimos sandalias a las damas.

La cena que estuvo a cargo del hotel fue en tres tiempos, y honestamente estuvo deliciosa, como primer tiempos nos sirvieron crema de elote con crotones de ajo, elegimos dos platillos como plato fuerte ya que no todos comen carne o no todos comen pollo, uno fue suprema de pollo bañada en salsa de chipotle y el otro escalopas de cerdo con salsa de zetas y vino tinto, y el toque dulce fue un flan de coco con salsa de mango. Junto al pastel colocaron los cupcakes que los invitados podían tomar si deseaban.

La decoración del lugar también estuvo a cargo del hotel, fue en colores cremas y azul turquesa, pusieron antorchas en el camino al lugar de la fiesta, y lámparas chinas en la parte superior, los centros de mesa fueron florales, con una base un poco iluminada de cristal.

El baile estuvo genial ya que el sonido tenía un animador y casi todos bailaron y disfrutaron.

Y así, rapidísimo, el día que planeamos por tres meses había llegado a su final. Sin embargo lo disfrutamos muchísimo, todo salió perfecto, no lo pudimos imaginar así de perfecto, lo recordaremos siempre y lo reviviremos cada que se pueda con las fotos preciosísimas que tenemos.

Casi olvidaba mencionar, al regresar a nuestra habitación el hotel había decorado muy padre la cama con un corazón de pétalos de rosas. Super romántico.

Mil gracias a nuestros familiares y amigos que estuvieron con nosotros ¡sin ustedes no hubiera sido posible!