La boda de Mario y Carmen en Tampico, Tamaulipas
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08 Oct, 2016La crónica de nuestra boda
¡Y llegó el gran día! Después de 7 meses de planear nuestra boda, de nuestro noviazgo de 3 años 7 meses, permanecer nuestro amor a distancia por un largo tiempo, y a 1 mes una semana antes de llegar el día de nuestra unión, un accidente que pensaríamos que cambiaría nuestro sueño. Bien dicen que los planes de Dios son tan misteriosos, pero sumamente hermosos.
¡Nuestro gran día! 08 de octubre 2016, desperté muy temprano, de lo más tranquila y relajada, viendo fotos de tiempo atrás, y recordando cada momento compartido con Mario Alfredo, ahora mi esposo. En especial vinieron a mi mente los momentos en que habíamos acudido a varias bodas de amigos y familiares, donde bailábamos toda la noche sin parar, porque nos encanta el baile, e imaginamos que el día de nuestra boda no pararíamos. Después desayuné, hablé con Mario Alfredo por teléfono para ver detalles últimos de nuestra boda, (ya que él y toda su familia venían de Saltillo a Tampico, ¡rentaron todo un autobús!) , después me metí a bañar, y en lo que me bañaba pasó una danza con tambora.
Seguir leyendo »Mis tíos arreglaron las casa de mis abuelos como antes se acostumbraba, la estrella de flores y banderitas que habían realizado mi mamá y tías en el patio. En eso llegó la maquillsta y empezó a alistarme, así pasaron las horas y aún sin nervios. Llegó el momento de ponerme mi vestido, porque ya estaba sobre el tiempo, no hubo chance de mirarme al espejo, sólo la bendición de mi mami y sus bellas palabras. Su mirada lo decía todo, al verme con esa mirada de amor total, que me veía hermosa, toda una princesa. En eso salí de casa de mis abuelos (cabe mencionar que soy la primera nieta que sale de ahí, y un orgullo haberlo hecho, ya que debido al accidente nos encontrábamos ahí),
Camino a la iglesia empezaron todos los sentimientos y pensamientos, y justo cuando llegue pensé “¿cómo voy a entrar?” creo que todos lo pensaban, ya que no tenia permitido por el doctor apoyar un pie debido a la fractura, pero mi gran ilusión era entrar a la iglesia caminando. Vi a mi padre, él más preocupado que nada, pero emocionado al verme. Me dice “qué bella estás, flaca, te voy a llevar cargada”, le dije que no, que entraría con andador en un pie.
Se acercó el sacerdote para la bendición y empezó el cortejo. Cuando entré, se escuchaban los sonidos de los violines. Admito que camino al altar, no sé si de fuerza, o mejor dicho, los nervios, me empezó a temblar mi pierna, y bajo el velo unas lágrimas, pues por toda la emoción de estar a unos segundos con el amor de mi vida. A mitad de camino, mi papá me dice “te ayudo”, y le digo “no pa, gracias, sí puedo” y me dice con una lágrima en los ojos, “ok ,con cuidado, yo voy a tu lado” mientras cargaba él mi ramo y sonreía.
Y tan, tan, tan, llegué al altar, y estaba mi Mario súper guapo con su traje azul. Me levantó el velo y le sollozaron sus ojos, mientras yo le sonreía como nunca. ¡Estaba tan feliz! muy emocionada, y mi papá me entregaba a él diciéndole unas palabras... que los tres lloramos .
Y así empezó la ceremonia. La verdad no por ser mi boda, ¡pero el padre dio una celebración tan bonita ,divertida, alegre y muy amorosa! viendo fotos todo el tiempo estuve tomada de la mano de Mario Alfredo; me sentía con nervios, pero muy segura y muy feliz.
Al término de la misa empezó a llover a cántaros, ¡como si dios llorara de alegría al ver nuestra unión! No nos preocupamos, ya que no seguía misa y la sesión de fotos de novios la pospusimos hasta que yo esté por completo recuperada. Nos dirigimos al salón, ya que seguía nuestro civil, estábamos muy contentos.
Nuestro civil fue también muy padre, la jueza dio muy buen discurso, y nos felicitó porque había demasiada gente en el civil, así como niños, ¡y el gran apoyo de nuestros padres y ambas familias unidas! y porque notaba que en la adversidad el amor se demuestra, y ve cuánto nos amamos y no sólo por la situación, sino por nuestras miradas y sonrisas. ¡Muy felices!
Posteriormente llegó la hora de la recepción, y entramos. Estaba lleno el salón, y todas nuestras amistades y familia acompañándonos. ¡Qué emoción! es una felicidad indescriptible, no hay palabras sólo se siente... se te pone la piel chinita, y se acelera el corazón de emoción al ver toda la buena vibra.
Obviamente entré en una sillita, pero quería bailar mi vals de esposos y me paré, obviamente no me moví mucho, era en un pie, pero con el apoyo de mi esposo y las coordinadoras, todo salió perfecto. El tema fue ‘Que me alcance la vida’ de Sin Bandera, y quería seguir con el protocolo, y así fue, hasta alcancé a bailar el baile del billete con una sonora ‘Carmen se me perdió la cadenita’ ¡yujuu! En la cena todo estaba riquísimo, después fue el brindis, y empezó el baile, toma de fotos, y partir el pastel, ¡que es un pastel tan especial! pues llego de Saltillo intacto y perfecto.
Disfrutamos y nos divertimos mucho en nuestra hermosa boda, ya que la realizamos con mucho amor y sentimiento. Algo muy especial. ¡Para nosotros cada momento todo fue tan, tan especial! , muy mágico, creo que no hay límites para realizar cada sueño si encuentras a la persona correcta, y te ayuda a concretarlos.
El amor nos da la fuerza para seguir y crecer ante las adversidades de una manera más positiva, cada día vivido es una bendición, y encontrar a tu complemento es un plus, y más si vamos tomados de la mano siempre. ¡Nuestras familias y amigos quedaron fascinados! Fue una boda muy original, mucho amor, y sobre todo, que disfrutaron mucho con nosotros fueron los comentarios, hasta seguir la torna.
¡Creo profundamente en el amor y en dios! Amo mucho a Mario Alfredo, sin duda alguna nuestra unión es un gran don de felicidad total, pues tenemos la bendición de dios y nuestros padres, y ahora formamos nuestra familia, Garza Piñeyro.
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