La boda de Mario y Laura en Mérida, Yucatán
De noche Otoño Rojo 4 profesionales
M&L
22 Oct, 2016La crónica de nuestra boda
Me levanté temprano, ya que debía terminar unas compras (la ofrenda que quisimos dar a la iglesia, la caja y almohadita para las arras y las flores para arrojarlas cuando saliéramos de la iglesia). Como fui sola, tuve que malabarear para poder llevar mis ramos de pompones, mi ofrenda ya envuelta para entregar (que hacía mucho bulto) y la bolsita donde tenía lo demás. Al terminar, fui a mi trabajo ya que una compañera amablemente se ofreció a deshojar las flores y como donde trabajo está cerca de casa de mis papas, ella al terminar la jornada me hizo el inmenso favor de llevarme los pelalos (yo estaba de vacaciones). Llegué a casa de mis papas como a las 12:30, muerta de sueño, así que intenté dormir un poco, pero por el nervio ¡no pude!. Almorcé y después me empecé a preparar ya que mi maquillista y fotógrafo llegarían a las 4:00 p.m. Sin embargo, mi maquillista llegó casi 1 hora adelantada, ni había terminado de bañar,me. En seguida, empezó a arreglarme ¡Que nervios! Yo estaba preocupada porque soy una persona que llora super fácil y no quería arruinar mi lindo maquillaje. El fotógrafo llegó puntual, pero cuando eso, yo ya estaba lista. Así que nada más hicimos la "finta" para las fotos, maquillaron a mi mamá y llegó la hora de salir. Yo solo pensaba en que no quería llorar. Al salir vi a muchos vecinos asomarse desde su casa para verme. Que orgullo para mi. Llegamos a la iglesia y quería bajarme del auto para decirle a mis damas y a mi mamá como entraríamos (disimuladamente desde atrás por supuesto) ya que no fuimos a practicar, pero una tía no me dejó y entramos hechas un garabato y fue un relajo a la hora de sentarse porque mis suegros se sentaron detrás de mis papas y dejaron una banca vacía. Yo al entrar, sentía que alguien me pisaba mi velo y hasta me detuve un instante porque sentía que se me caía. A pesar de eso, sentí una emoción muy grande al ver a mi amadísimo ahora esposo al pie del altar viendo me llegar tomada del brazo de mi papá el cual estaba al borde de las lágrimas. Yo solo estaba que no cabía en mi felicidad ya que para mi, la ceremonia para recibir el sacramento se me hacía lo más bello de todo pues saldríamos de la iglesia siendo uno solo. Al decir el consentimiento matrimonial, me trabé un poco al decir mi nombre, ya que la mayoría me llama "Laura" pero mi esposo al decir su consentimiento me llamó por mi segundo nombre y no sabia cual decir y termine diciendo "Laura". El coro que contratamos era estilo rock-pop e interpretaron de una manera de verdad perfecta todas las canciones y eso me ponía muchísimo más contenta, como yo quería que se incluyera batería, y la iglesia es muy muy pequeña como para acomodarla en el balcón donde debería ir el coro, ellos se adaptaron y el baterista prácticamente estuvo afuera; en un balconcito de un costado. Todo su esfuerzo valió la pena ya que el padre los felicitó por sus interpretaciones tan bellas. A nosotros nos felicitó porque a su parecer, a comparación de otras parejas, nosotros íbamos muy concentrados y nos vio muy entregados espiritualmente, así que con esas palabras nos hicieron la noche, ¡nos hicieron la vida! Llegamos a la recepción, muy sencilla, pero linda, pero como hubo fallas con el clip del STD, no se pudo proyectar y tuvimos que esperar un poco antes de entrar. Saludamos a todos y bailamos "Hasta mi final" de Il Divo, para el cual, montamos una coreografía ya que ni el ni yo sabemos bailar. Pero según palabras de algunos invitados, fue muy bonito al grado que se les escapó alguna lagrimilla. Con mi papá baile "Vals para una novia" y mi papá en todo momento se le veía a punto de llorar, afortunadamente yo no derramé ni una lagrima en todo el evento pues la felicidad me hizo olvidar que soy una llorona. Hubo cosas que no alcanzamos a hacer ya que hubo quienes se retiraron temprano. Yo casi no baile pues estaba super cansadísima y lo poco que lo hice, fue casi una tortura para mis piesitos. Nuestra fiesta terminó temprano, antes de las 3, sin embargo, mi esposo y yo estábamos muy felices, orgullosos, nos sentimos plenos de haber logrado nuestro sueño por el que luchamos 3 años. Miramos las fotos y nos invade la nostalgia. Confirmamos que es una noche que pasa demasiado rápido. La noche más corta de nuestras vidas. Una noche muy corta que nos dejará muchos muy bellos recuerdos para el resto de nuestras vidas.
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