La boda de Martín y Esmeralda en San Luis Potosí, San Luis Potosí

La crónica de nuestra boda

¡Nuestra Boda Mágica!

Mi esposo y yo nos llevamos 15 años de diferencia de edad y no fue un obstáculo para enamorarnos y decidir pasar el resto de nuestra vida juntos. Tuvimos una boda que planeamos con mucho tacto y delicadeza con el fin de dejar en nuestra memoria el momento más feliz de nuestras vidas, acompañados de nuestras familias y mejores amigos.

50 personas como máximo para brindarles la mejor de las atenciones y sobre todo una convivencia íntima con el ambiente más elegante, pues el palacio es realmente un tesoro único. Quisimos ofrecer todas las atenciones para que se sintieran cómodos, con música de piano, violín, y saxofón. Teniendo canapés y vino desde el comienzo hasta el anochecer con juegos pirotécnicos y mariachi. La cena estuvo fabulosa en 4 tiempos y nuestro pastel súper hermoso. Quedarnos en la suite fue de lo más romántico en nuestra noche de bodas. Pasear en el carruaje fue inolvidable y llegar al templo de San Miguelito en él provocó curiosidad a muchas personas que se encontraban cerca, bueno todo fue increíble. Quise compartir mi historia para que sea como ejemplo para muchas parejas que desean una novia espectacular, y no tiene que haber mil personas para lucir. El palacio no es costoso y das elegancia y distinción, simplemente le das lo mejor a los más allegados y que realmente te aman. Finalizamos con un trash the dress con 2 estupendos fotógrafos, María Amparo Landaverde Velarde en La Media Luna que fue la sensación para mis amigas pues son las mejores fotos que hayan visto de un ttd (sin presunción pues están hermosas) y después hicimos otro trash en Tamasopo que también quedó muy padre y romántico con el fotógrafo Humberto Romero. Lo que si es cierto es que si hacen un ttd no se arrepentirán pues el vestido no se maltrata, solo lo mandas a una lavandería especial para vestidos de novia y ¡listo! Lo más importante es que nuestro matrimonio fue bendecido por Dios y nuestra familia. Ahora podemos ser felices por siempre. (Agradecimiento especial a Ana Monreal encargada de ventas en el Palacio San Agustín por su ayuda en la organización)