La boda de Miguel y Andrea en Jilotzingo, Estado México

Yo no lo habia visto desde la noche anterior, por logística para verlo hasta el altar.

Mi dama tuvo que esconderlo para que yo entrara a cambiarme a mi cuarto.

Cuando estuvimos ya todas listas solo quedaba esperar la tan esperada hora de caminar al altar.

La misa fue en una capilla al aire libre que esta dentro del jardin. Estuvo hermosa, el Padre fue acomodando el cortejo nupcial y todos fueron muy obedientes. Cuando al fin llegó el momento de entrar tomada del brazo de mi abuelo (que es como mi padre), caminamos lentamente por el pasto, y yo sentí mi corazón estallar de amor. Logré ver a todos los que estaban ahí y sentí muchas mariposas en el estómago. Escuché como en cámara lenta el río que pasa detrás del jardín de la capilla y ahí supe que era nuestro momento, justo cuando entramos al pasillo de sillas y logré ver a Miguel de pie en frente y vi sus ojos llenos de felicidad y emocion de verme. Mi corazón se lleno de dicha de estar ahí y ver todo lo que logramos, fue todo un éxito y una bendición verlo frente a mi. Justo antes de que mi abuelo me entregara vinieron todas esas sensaciones de gratitud y emoción, que sacaron lágrimas de mis ojos. La misa fue hermosa y el Padre dio la homilia más atinada que pudo existir en nuestro matrimonio. Al terminar, cuando salimos de misa todos tenian frasquitos con burbujas e hicieron del paisaje aún más bello. Al entrar al salin bailamos “Perfect” de Ed Sheeran con Beyoncé, y fue ahi, cuando al fin nos pudimos relajar, nos enfocamos en nuestros ojos, perdidamente enamorados y euforicos. Hicimos todo muy fuera de lo tradicional, quisimos hacerlo muy original; de comer pusimos un buffet italiano con pastas, lasagna y ensaladas. Toda la fiesta nos la pasamos bailando. No sabiamos de qué seria el pastel porque nos lo obsequiaron y al partirlo, supimos que era de red velvet y realmente estaba delicioso. El mariachi nos quedó mal ese día, así que el organizador nos ofreció terminar con fuegos artitificiales así que honestamente estuvo impresionante. Desde el comienzo quisimos tener una perdida de etiqueta, y que a cierta hora todos pudieran cambiarse y ponerse cómodos. Esto principalmente poque el lugar es muy frío aún con chimeneas encendidas.

Así que se le avisó a todos en la invitación y todos entendieron perfectamente. Yo no quise quitarme mi vestido y Miguel no quiso quitarse el traje, así que fuimos los rebeldes de la fiesta.

Todos nuestros invitados estuvieron felices, disfrutando la vista del bosque, tomando fotos, bailando.

Nuestras familias se entendieron muy bien y el ambiente se sentia muy pleno. A pesar de que hubo detalles que salieron mal, o que no nos gustaron, la pasamos muy bien, disfrutamos al maximo, me cansé muchisimo pero fue muy hermoso todo. Me siento agradecida con Dios, con el universo, con nuestras familias, nuestros padrinos, y nuestros papás, porque todo pudo salir adelante a la perfeccion, gracias a todos. Todo lleno de amor, sonrisas y mucho festejo.