La boda de Miguel y Ani en Coatzacoalcos, Veracruz

Ya a eso de las 6:00 p.m., nos fuimos a la sesión de fotos, estuvimos muy relajados, el fotógrafo con súper buena disposición y todos contentos tomándonos las fotos. Ya posteriormente, regresamos a mi casa a darnos una manita de gato, guardar cosas en el coche como las pantuflas, los velitos y las bendiciones que daríamos de recuerdo y para mi buena suerte había dejado de llover.

Otra de mis damas llegó a casa y nos ayudó con todas las cosas que íbamos a llevar, y de paso se llevó a mi mamá a la Iglesia. Miguel ya se había ido con uno de sus amigos, entonces estaba lista para que mi papá me llevara.

Ya en la iglesia, todo fue emociones desde lágrimas hasta risas, fue una misa muy emotiva gracias a que el Padre es buen amigo de la familia, así que la misa realmente fue hermosa.

Después vino lo bueno, el pachangón, llegamos al salón y ya queríamos entrar pero todavía había gente afuera esperando le asignaran su respectivo lugar, así que tuvimos que aguardar un rato que se me hizo eterno dentro del coche, ya para cuando pudimos entrar al salón, me quedé maravillada, lo habían decorado mejor de lo que yo pensé.

Entramos y lo primero que hicimos fue bailar nuestra canción ya como esposos "I Finally Found Someone" de Bryan Adams y Barbra Straised, después bailé con mi papá una canción muy emotiva y por más que quise retener las lágrimas no pude. Mi papá después del baile dijo unas breves palabras e hizo el brindis y ahora sí, a cenar. La cena por cierto estuvo riquísima, yo con tanta emoción no pude acabarme todo.

Y ahora sí, después de la cenada, que venga la bailada, en cuanto el grupo vio que los invitados terminaban de cenar, comenzó a tocar música movidita para que todos se pusieran las pilas y comenzaran a bailar, como a eso de las 12:00 am hicimos la lanzada de ramo y liga.

Fue un día sensacional y sentí que todo se me hizo tan rápido, meses de preparación para que todo se nos fuera en un abrir y cerrar de ojos, fue una noche especial rodeados de buenos amigos, familiares queridos en la que tanto Miguel como yo nos sentimos por un instante los príncipes de un cuento y comenzamos una nueva historia.