La boda de Miguel y Fernanda en Gustavo A. Madero, Ciudad de México
Vintage Primavera Beige 4 profesionales
M&F
06 Abr, 2024La crónica de nuestra boda
El día llegó...
Nosotros fuimos novios 3 años, nos casamos por el civil en noviembre por requisito de la iglesia y desde entonces nos mudamos para vivir solos y empezar nuestra nueva vida juntos mientras continuábamos con los preparativos del día B. Nos despertamos como a las 8 y nos bañamos para que mi pelo estuviera seco y listo para cuando llegara mi equipo de maquillaje y peinado. Luego desayunamos algo mientras veíamos Guerra de Novias para calmar un poco los nervios.
A las 10 llegó mi cuñada para que nos arreglaran juntas porque ella y mi hermano eran los encargados de mi transporte. Cabe mencionar que mi hermano se quedó en casa de mis papás haciendo mi ramo, que por cierto quedó precioso. Decidimos que fuera así para que nuestra casa no estuviera llena de gente corriendo por todos lados y no nos hicieran sentir más nerviosos y ansiosos de lo que ya estábamos.
Llegó el equipo de Elisa Hernandez, proveedor de maquillaje que encontré aquí, y comenzaron a arreglarnos en la recamara principal. Pusimos música y el tiempo pasó volando. Fue todo muy ameno, estábamos riendo y platicando, la verdad me sentía bastante relajada, lo opuesto totalmente a lo que vivía mi esposo. Él estaba libre por toda la casa pero me decía mi cuñada que se veía súper nervioso. Cuando llegaron Bellartist Photography, que también recomiendo muchísimo, comenzaron con la sesión de fotos de su arreglo y de nuestros accesorios.
Seguir leyendo »Para la ceremonia religiosa le pedimos a nuestros padrinos, que en este caso eran mis papás y mi hermano menor, que las arras fueran las de su boda y el lazo, el que usó mi abuelita en su boda. Nos pareció muy innecesario que se compraran nuevos si se quedarán guardados por siempre. Además así tendrían un valor mucho más significativo, lo único que sí se compró fueron los anillos.
Todo marchaba bien, yo ya casi estaba lista. Me encantó como me veía, hasta que de pronto mi peinadora me dice "préstame tu tocado para colocarlo" y me quedé en shock ya que desde hace un mes que había sido mi prueba de maquillaje y peinado no lo veía, ni al tocado, ni a mi liga, ¡los había olvidado por completo! Hasta mi fotógrafa me ayudó a buscarlo en los cajones. Ya me estaba poniendo triste porque no sabía dónde estaban, pero revisé un cajón y como por arte de magia apareció y de nuevo me puse feliz.
Cada vez más cerca del momento para nuestro first look, yo moría por verlo, llegaron mis papas, mis suegros y mi hermano con el ramo, mi mamá me ayudó a ponerme el vestido y comenzaron las fotos conmigo. También hice first look con mi papá, ese fue el primer momento donde sentí ganas de llorar.
Mi esposo salió primero de la casa con sus papás rumbo a la iglesia donde seria nuestra ceremonia y sesión de fotos. Por los jardines tan bonitos que tiene, en una ocasión pasando por ahí vimos a unos novios en su sesión de boda y dijimos que algún día seriamos nosotros, y así fue.
En nuestro primer encuentro, él se veía realmente hermoso y dijo que yo parecía una princesa, nos dimos un beso y comenzamos con las fotos. Incluimos a nuestros papas y hermanos en esta sesión, todo fue muy divertido siempre la pasamos muy bien con los fotógrafos. Me parece que tener buen clic con este proveedor es fundamental para capturar los mejores y más naturales momentos. En nuestro caso, así sucedió y el resultado fue maravilloso.
Ya para entrar a la iglesia, lo primero que no me gustó fue que el padre a la fuerza nos hizo entrar con nuestros padres del brazo. No tengo nada en contra de mi mamá, la amo, pero ese momento lo había imaginado desde siempre entrando yo sola con mi papá, además de que mi velo no estaba adecuado para cubrir mi rostro y el padre me lo puso así y por atrás se veía espantoso.
Mientras sonaba un piano, un violín y una soprano que contratamos para amenizar la ceremonia, mi esposo estaba en el altar esperándome. Tenía sus ojitos llenos de lágrimas, se veía hermoso. Al terminar la ceremonia mi mejor amiga en una canasta hizo que cada quien tomara un puño de pétalos de rosas blancas para cuando saliéramos nos los aventaran.
Al momento de salir, por accidente, mi esposo jaló mi velo y como el padre también lo había movido, se me cayó y ya no me lo quise poner. Rumbo al salón empecé a sentir que una pestaña se estaba levantando y no traíamos pegamento y en el camino, mi hermano se bajó en una farmacia a comprar uno. Es importante mencionar que ni yo ni mi cuñada sabemos nada de makeup, ¡yo jamás había usado pestañas postizas! No llevábamos espejito, todas esas cosas las traía mi mama en su bolsa pero ella se había adelantado para checar que todo estuviera en orden en el salón. Sin eso no podía ponérmela yo y a mi esposo le dio miedo ponérmela por su mal pulso, así que mi hermano me la puso y quedo fabulosa, ahora sí, la entrada triunfal.
Contratamos un saxofonista que toca increíblemente bien, Pablo Mozqueira. Quisimos que tocara durante media hora de recepción y otra media hora que fuera parte de la cena. Nuestro mobiliario era tipo vintage, en tonos café con rosas blancas en los centros de mesa y el outfit de Pablo quedaba súper ad hoc con la decoración.
Nuestra entrada triunfal fue terminando los 30 minutos de recepción. Entramos con mucha emoción, brincando con la canción de Atomic de Sleeper Rapino Brothers, todos gritaban y aplaudían. Mi esposo me cargó y me dio una vuelta en el centro de la pista y se activaron los chisperos de pirotecnia fría. Después nos sentamos en nuestra mesa y comenzó la cena.
Terminando el brindis partimos un pastel simbólico, muy sencillo con cake toppers de vacas nupciales, porque yo amo las vacas con locura. Mi mamá les hizo sus atuendos y nos encantaron. Aparte de ese pastel, teníamos una plancha de cheesecake de chocolate que se sirvió como postre en la cena, a todo mundo le encantó. La verdad sí son deliciosos esos pasteles, eran de Quality Bakery.
En verdad que de todos los detalles que salían, nada nos arruinaba la felicidad que traíamos. Mi mamá era la que andaba haciendo corajes con todo, pero igual junto con mi papá traían una súper actitud bailando y disfrutando.
La liga y el ramo lo aventamos con la canción de We Will Rock You de Queen para que todos participaran con el típico golpeteo de la canción. Lo hicimos muy rápido porque no nos gusta mucho ese protocolo, pero no queríamos que pasara desapercibido. Después de esto bailamos una salsa muy romántica, Alegría de la Fania All Stars, yo con mi papá y él con su mamá. Terminando salieron las chispas y todo el mundo entró a la pista.
Todo fue baile y diversión, pusimos una cámara 360 y todos se subieron. Parece que sí fue buena idea, porque se divertían y se llevaban su vídeo de recuerdo. También a nosotros nos gustó la verdad, nunca nos habíamos subido a una y sí está padre.
Mi esposo y yo no paramos de bailar y todos se contagiaban de nuestra felicidad. Durante el baile mi mamá repartió unos abanicos para el calorcito, eran de madera y solo les pusimos un listón beige muy sutil. Más tarde mi prima repartió toallas de recuerdo, queríamos dar de algo útil que no terminara en la basura, pero tampoco algo que pareciera campaña política con nuestra cara grabada, así que solo le pusimos un listón beige y una tarjetita con nuestras iniciales y la fecha.
Les platico que también las invitaciones las hicimos nosotros. Compramos sobres negros y sellos lacre en tono dorado, imprimimos en opalina beige la información muy breve y concisa, anexamos un QR que los llevaba a nuestra web de Bodas.com.mx en donde ya estaba toda la información detallada con links con la ubicación, confirmación de asistencia, mesa de regalos y algunas fotos de nuestro save the date.
Quisimos para cerrar la noche, que pusieran en las pantallas nuestra semblanza de las fotos más divertidas que nos hemos tomado a lo largo de nuestra relación, que previamente nos había entregado la fotógrafa y llevaba la canción de Still Into You de Paramore. Después de anunciar el desaforo, nuestro maestro de ceremonias cantó precioso Can't Help Falling in Love de Elvis Presley, y con esto cerramos la noche.
Me dolían muchísimo los pies, no tuve cambio de zapatos. Eran tan fabulosos que no me los quise quitar, pero tenían altura de 11 cm y ya para el término de la fiesta no podía mas. Llegamos a casa como a las 3 de la mañana y mi esposo me dio un masaje en mis pies. Acto seguido, caímos rendidos a dormir, porque al día siguiente muy temprano salía nuestro vuelo a Cancún para iniciar la luna de miel.
Amamos nuestra boda, fue imperfectamente perfecta, el día más feliz de nuestras vidas. Entendimos que lo más importante es disfrutar al máximo todo y estar conscientes que no será tal cual como lo planeas, lo único que sí será igual, será que lo vivirás con el amor de tu vida.
Con mucho amor F&M.
Servicios y Profesionales de la Boda de Miguel y Fernanda




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