La boda de Miguel y Gabriela en Cuauhtémoc, Ciudad de México

El DJ supo leer muy bien a los invitados y reaccionar ante los cambios de los mismos (fue complicado por las diferentes generaciones reunidas en el evento, millennials vs generación X). El evento se cubrió por Rockstar Cinema Wedding, que son increíbles, atentos a cada detalle, cubriendo las reacciones de los invitados y nuestras en los mejores momentos. La sesión save the date y una entrevista que nos hicieron fueron muy divertidas y originales. Respecto a nuestros outfit, recibimos muy buen servicio y opciones de Atelier Barcelona y D'Paul, ambos de muy buen gusto y con buenas opciones para todos los estilos. El calzado de ambos lo mandamos a hacer con Zapatilla (Ángel) y quedaron muy padres, porque todo es a nuestro gusto. Mi hermana me ayudó a diseñar unas zapatillas azul pastel con pedrería muy padre en los laterales para que combinaran con mi tocado. Y como esposo tiene que usar plantillas especiales también decidió mandarlos a hacer y quedaron super cómodos, nada que ver con ir a comprar unos zapatos genéricos (eso dijo). Mi maquillaje y peinado con Raúl y Rebe (Cler) y quedé fascinada, también los contrataron mi mamá y mis 2 hermanas. Una de ellas, no quería contratar el maquillaje porque tenía la experiencia de que cuando te maquillan con aerógrafo o con maquillaje convencional, te dejan apelmazada y sobremaquillada y lo nuestro es un look más natural, pero cuando vio cómo nos arreglaron a nosotras 3 no dudó en pedirles la maquillaran en ese momento y quedamos encantadas con el resultado de todas.

Finalmente, y no por eso menos importante, sino al contrario... Marcela Lara (DiLara), la mejor wedding planner que pudimos elegir. Nos dio muchísima paz, yo creí que por mi carácter (super controladora, preocupona y aprensiva) me volvería loca con la boda y su planeación, pero gracias a ella la pasé muy tranquila y disfruté mucho el proceso. Lo que más nos gustó es que coordinó muy bien a los proveedores, pelea y cuida el presupuesto como si fueran de ella, o sea genial- Porque cuida mucho la relación proveedor y cliente siendo ella "la mala del cuento".

En general estamos convencidos que elegimos a los mejores proveedores y no cambiaríamos detalle alguno.