La boda de Miguel Saldaña y Rosalba Bustamante en San Luis Potosí, San Luis Potosí

Como en toda historia, no todo sale perfecto y claro que hay detalles que no puedes controlar, y en esta boda paso que el DJ no llegó a tiempo, su retraso fue de una hora y media, así que entramos sin canción, pero no se notó porque nuestro coordinador animo a los invitados y nos recibieron con tantos aplausos que no hizo la falta la música. La comida fue deliciosa y amenizada por un saxofón que lo hizo tan perfecto que la gente se relajó, así que nadie notó que nosotros estábamos localizando al DJ y, aunque nos puso un poco tensos, eso no iba a arruinar nuestro día. Nos retrasamos un poco en los tiempos, pero nada que pudiera afectar. Llegó el DJ y, en lo que él se instalaba, se procedió con el brindis de mi hermano gemelo, como es muy creativo y fue el que nos presentó y vivió esta historia de amor con nosotros, era el indicado para decirnos esas palabras. Y no me falló, pues a todos nos hizo reír y llorar a la vez. Ya no se podía perder tiempo, así que seguimos con el protocolo del vals y, como les decía, el DJ se estaba instalando y cuando fue nuestra canción de vals se cortaba la canción por las pruebas que estaba haciendo, pero nada nos importó, seguimos bailando como si trajéramos nosotros la música. Creó que los invitados lo notaron que nos aplaudieron por que actuamos como si nada.

Nosotros no tuvimos baile de billete como le dicen, solo bailamos el con su mamá y yo con mi papá y fue de los momentos más emotivos de la fiesta, pues mi papá al bailar conmigo no paraba de llorar y es que lo sorprendí con una canción que me cantaba de niña. Bailamos, lloramos y cantamos la canción como antes, aún se me enchina la piel al recordar su carita y al recodar lo que me decía. Cuando terminamos volteé a las mesas y la mayoría se estaba secando las lágrimas, pero eso fue solo un momento ya que de ahí arrancamos con el baile y toda la gente estaba super animada y muy ambientada.

Siento que la gente nos vio tan relajados y con la vibra de disfrutar que eso se contagió, todos bailaban y disfrutaban de las bebidas, los grupos de música y de las cositas que preparamos para ellos. Los invitados aún me dicen que fue una gran boda. Yo no paré de bailar y de disfrutar cada momento y eso lo aprendí de aquí, de que solo pasa una vez en la vida y que todo lo que planeaste y cada detalle ese día se te va volando. No dejen que nada les afecte y aunque la maquillista no llegó a tiempo, el vestido se rasgó, el DJ no estaba cuando entramos, nada impidió que él y yo ahora estamos escribiendo esta historia y disfrutar cada momento.

No me queda más que agradecer a ésta app y a ustedes por cada consejo, por leerme.