La boda de Omar y Máría en Miguel Hidalgo, Ciudad de México

La crónica de nuestra boda

Mi boda supero el sueño de cualquier idea que pudiera haber pasado por mi mente. Fui a visitar al menos 5 lugares para mi boda y me quede con el primero. A lo largo de los 4 meses de organización, imaginaba que era la invitada y que recorría cada parte de la boda. En el mismo jardín pude hacer la ceremonia, el civil y el banquete. Adicional a que los del jardín te ayudan a coordinar todo el evento, y recomiendan gente profesional. De su equipo contrate la música, la chica de peinado y maquillaje, el florista y el chef. Todo servicio en todo momento fue en tiempo y forma. Adicional yo compre, pinte y arme muchos detallitos que pedí que entregaran y montaran en la boda, como los números de las mesas, colocar las burbujas en las sillas, poner mariposas de papel en las copas, colgar de los árboles más altos corazones de aluminio, montar la mesa de dulces. El día de la boda llego y tenía todos los pequeños detalles, esperando armonizaran visualmente como en mi mente. Cuando llegue todo se veía mejor de como lo había imaginado, el florista puso toques adicionales, como lo hace un profesional, los colores fueron ivory con coral, así que desde la ceremonia pude ver la magia que ya tenía el lugar. Al finalizar la ceremonia nos fuimos al civil, ya habían pasado las flores para decorar, reciclando así el gasto del florista. Mientras estábamos en la ceremonia civil, pude ver a los invitados disfrutar de los cocteles y los bocadillos. Nos subieron a un auto y nos llevaron al lugar donde tomaríamos la lancha. Los coordinadores contaban con dos radios, previniendo cualquier falla, todo bajo cronómetro y perfecto. Yo solo me deje llevar por cada momento mágico de mi boda. Mi novio y yo hicimos un video previo para lograr hacer más emocionante la entrada en lancha. Y lo logramos gracias al apoyo de los coordinadores del evento. No hizo falta gastar en una wedding planner, ellos se encargaron de todo. Cada minuto de mi boda lo tengo grabado en mi mente y en mi corazón. Agradezco infinitamente a todos los que directa e indirectamente colaboraron para que este día fuera el más soñado. Baile y aguante mi vestido toda la noche, los pies pedían auxilio y mis costillas pedían un break para respirar por el corsé de mi vestido, nada me detuvo para que este día hasta el último minuto fuera inolvidable.