La boda de Pedro y Karina en León, Guanajuato
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P&K
08 Oct, 2022La crónica de nuestra boda
Como nosotros ya vivíamos juntos, decidimos que ese día queríamos despertar uno al lado del otro, aunque eso significara que tendríamos que despertar más temprano, pero definitivamente valió la pena. Nos despertamos, nos dimos palabras de amor unos cuantos besos, a desayunar y cada uno partió hacia su destino: él a casa de su madre, donde lo maquillaría (sí, porque él también tenía que verse espectacular), y yo al salón donde me arreglarían junto con mi hermana y mi mama.
Ya estando en el salón, comenzaron a maquillar a mi mamá y hermana, mientras me peinaban a mí. En todo momento estuve tranquila, la verdad es que la música que tenían y los bonitos mensajes de mis amistades me ayudaron bastante, incluso quedamos listas un poco antes de lo pensado. De ahí fuimos a casa de mis padres, donde ya me esperaba todo mi ajuar y una pizza para que todos aguantáramos el hambre. Después de comer, llegó la fotógrafa conmigo, y ya había dejado a alguien en casa de mi suegra para hacer el “getting ready” de ambos. Aquí fue cuando me comencé a poner nerviosa, al ir viendo como poco a poco "me transformaba en la novia". Al final ambos dimos obsequios de parte del otro a nuestros padres, mi madre no pudo evitar llorar, y ahora usa siempre la cadenita que mi esposo le regaló.
Seguir leyendo »De ahí partimos al salón donde seria nuestro “firts look” y sesión de fotos, tanto de nosotros como con nuestra familia más cercana. De verdad, si tienen oportunidad de que su “first look” sea algo íntimo, háganlo. Es algo tan hermoso y especial, el recordar el caminar hacia él lentamente, pensando en todo lo que pasaría ese día. Él al verme empezó a llorar, y fue tan mágico, que me quedé sin palabras. Fue todo lo que había soñado para ese momento. Después hicimos las fotos que amé muchísimo, también me ayudó a ver ya montado el salón y poder corregir algunos detallitos rápido.
Partimos juntos a la iglesia donde ya me esperaban mis damas; su reacción al verme fue hermoso, la verdad lamento no haberlo planeado para poder tener foto de sus caras. Llegamos media hora antes y aprovechamos para tomar fotos con los invitados que iban llegando hasta que se llegó la hora y nos formamos en el cortejo para entrar...
Pero el sacerdote llegó tarde y nadie sabía qué hacer, eso solo hizo que nos diera más nervios de solo estar ahí parados esperando hasta que, por fin, llegó. Yo planeaba entrar solo con mi papá, pero el insistió en que debían entregarme ambos, y fua algo muy bonito. El Padre se lució con la misa la hizo, super divertida y amena, tanto que nuestros invitados aún hablan de eso, y eso que no son creyentes, pero lo disfrutaron. Tienen la broma de que nos casó "Franco Escamilla", pues se parecen físicamente. También el coro que contratamos se lució, nos dejaron poner música no religiosa, acorde a nuestra temática, así que todo fue único y especial.
Terminando la misa, los invitados se fueron al salón donde ya los esperaban la bebida, también una mesa de botanas (todo para preparar tus dorilokos, o comer fruta preparada) y música de Disney sonando en todo lo alto, mientras, nosotros, corríamos a casa de mis padres (que queda de pasada) a tomar algo de agua y que yo me cambiara de vestido. Justo por eso se nos hizo algo tarde y llegamos 10 min después de la hora planeada, pero logramos hacer nuestra entrada triunfal. Aunque mis damas se confundieron con las véngalas, se logró que todo se viera bien y ahora es una anécdota divertida.
Al terminar nuestra canción de entrada, proseguimos con los votos, que para ello habíamos grabado un video con más de 1 año de anticipación, así que ni nosotros recordábamos qué nos decíamos, por lo cual fue muy emocionante. Luego siguió la semblanza donde se supone que yo daría el brindis, pero al final decidí sorprender a mi esposo con ayuda de mi cuñado, quien le cantó una canción de DBZ (Mi corazón encantado) canción que yo le juré que no quería en la boda, pero solo era para que no sospechara nada. Ahí fue cuando él lloró de nuevo de la felicidad. Al terminar, dimos un pequeño brindis y proseguimos a cenar (cena que todos disfrutaron y aún lo mencionan).
Luego de la cena, seguimos con el vals con nuestros padres, lo hicimos al mismo tiempo y, al finalizar, mi papá le entregó mi mano a mi esposo para nosotros empezar con nuestro baile, que, aunque la pirotecnia nunca salió, los papelitos se lanzaron en momentos diferentes, mi cambio de vestuario en el escenario quedó fabuloso, así que no lo cambio por nada (porque sí, tuve 3 vestidos, todos hechos por mi mamá). Después abrimos pista y todos se pusieron a bailar.
Después de unos minutos de baile, sonó la canción del ramo, no sé por qué se me ocurrió aventarlo completo y, al final, le cayó en la cara a una tía, rebotó y lo agarró una amiga. Me sentí muy apenada por el golpe, pero, al final, todo es risa.
Luego mi esposo siguió con su baile para quitarme la liga, donde sorprendió a todos, ya que él es un buen bailarín desde la adolescencia, aunque yo estaba completamente apenada.
Al lanzar la liga me sorprendió que varios hombres se abalanzaron sobre ella y terminaron en el piso peleando por quién se la quedaría, pero al final solo hubo un ganador. Terminamos el protocolo con la Víbora de la Mar, donde casi me caigo, pero todos la pasaron bien, sobre todo con los shots que les dimos y, por último, partimos el pastel y se abrió la mesa de postres.
El resto de la noche fue puro baile. Todos lo disfrutaron, incluso nosotros, que, aunque el DJ jamás puso la música que le pedimos, al final no dejamos que eso nos arruinara la noche. Fuimos los últimos en salir del salón y tuvimos nuestro último baile ya solos en completa complicidad y felicidad de todo lo que logramos y lo bien que al final salió todo.
Todos disfrutaron de la comida, al final no quedó nada, ni siquiera de la mesa de postres o botanas, todos los recuerdos volaron, se suponía que hicimos uno por persona, pero, aunque al final no fueron todos, no quedo ninguno recuerdito. Amaron toda la decoración y ambientación de Disney, incluso la música la cantaron a todo pulmón, varios se fueron vestidos según algún personaje de La Casa del Ratón y, al final, después de casi 3 meses, aún lo recuerdan y hablan de ello como una de las mejores bodas en las que han estado, y eso nos hace muy felices a nosotros. Quizá no todo salió de acuerdo con el plan, pero teníamos en mente que lo disfrutaríamos como nunca y, al final, es con lo que nos quedamos nosotros y nuestros invitados.
Muchas gracias por leerme, y espero que todas sean tan felices el día de su boda como lo fui yo.
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