La boda de Pedro Mario y Fátima Nayeli en Dzidzantún, Yucatán

Si ustedes pueden contar con un poco más para planear todo, me parece que también es una gran decisión, miles de cosas surgen en el último mes.

Recuerdo, un día antes de la boda civil, recibir mensajes de amigos afirmando que seguramente estaría súper emocionada, nerviosa... y yo me sentía totalmente diferente, estaba con el estrés a más no poder, no lograba ver eso de la dicha que ellos decían. Ja, ja, ja.

Recuerdo llorar en la noche mientras platicaba con mi hermano mayor y le decía "¿Esto es normal? ¿No estar nerviosa ni emocionada?". Y me decía "Sí, es normal. Pero mañana estarás bien". Y realmente así fue, los nervios surgieron y las sonrisas, me dolía la mandíbula de tanto sonreír. Ja, ja, ja. Y bajó mi estrés a la mitad porque todavía faltaba la boda religiosa.

El día de la boda religiosa no paramos. Inició todo desde muy temprano, mi arreglo personal comenzó desde 5 horas antes, así que, si puedo recomendar algo es que planeen muy bien su tiempo, ese día ustedes lucirán hermosas pero requiere un poco de tiempo para que logremos ese objetivo.

La ceremonia fue linda. Nosotros nos casamos bajo la iglesia cristiana y el pastor nos regaló todo un ritual lleno de palabras lindas, reflexiones y versículos amorosos. Mario y yo nos veíamos de frente cuando nos colocaron el lazo, tengo una foto que me compartieron de ese momento y puedo decirles que ha sido una de mis favoritas.

La fiesta trascurrió maravillosa, divertida; el grupo, musical maravilloso. El DJ, sinceramente, no me hizo tan feliz, pero sí tuvo momentos buenos. Nuestra boda terminó con la participación del mariachi y grandes sonrisas, y eso lo puedo constatar porque ahora que veo las fotos, tengo miles donde salgo riendo a carcajadas.

A todas las que apenas comiencen a planear, les puedo asegurar que el día que ustedes escojan para hacerlo es el día correcto. Habrá momentos de mucha ilusión y otros de mucho estrés, probablemente hasta discutan con su pareja porque no siempre estamos en la misma sintonía y otras simplemente el estrés de ambos nos hace menos tolerantes. Pero créanme que ese día será de mucha felicidad.

Y no traten de controlar todo, siempre habrán cosas que salen de nuestras manos, no podemos con eso, pero traten de mantener el punto de vista bien enfocado a que ése es su día y no se repetirá. Así que disfruten lo más que se pueda.

Y cómo comentario final, hablen todooo con su wedding planner o con la banquetera, de todo lo que se pueda prevenir, como los tiempos, si el menú quedó totalmente aclarado y que se respete lo que solicitaron, que si va a haber algún detalle a cambiar de "último" momento, se hable antes de comenzar, ver cómo negociar esos cambios, etc.

Les deseo lo más maravilloso para ese día y los tiempos por llegar. Bendiciones a todas y que su boda sea llena de felicidad.