La boda de Rafa y Karla en Mérida, Yucatán

La crónica de nuestra boda

Llego el momento de compartirles mi gran día. Esa mañana estuvo movida ya que llegaron mis familiares del DF, Hidalgo y amigos de Cancun. Desayunamos juntos y a las doce me subí a bañar ya que Zam (maquillista) llegaría a la una. Llegó un poco retrasado, y me sirvió para relajarme, los fotógrafos llegaron a las dos.

Comenzaron a hacer tomas y todo iba de maravilla hasta que llegó la hora de ponerme el vestido porque sorpresa. No me lo ajustaron bien los tirantes me los dejaron flojos cabe mencionar que en la última prueba todo está en orden, me puse realmente nerviosa y terminaron haciéndole unas puntadas ya que nadie se atrevió a cortarlo. Llegué a la iglesia y me sentía artista.

No sé en qué momento la gente se amontonó a tomarme fotos me sentía soñada, la misa estuvo divina, fue mi momento más bonito del día estábamos sonrientes, conectados, muy presentes. Me encantó.

En la Hacienda hubo muchos detalles que me dejaron mal sabor de boca, me tardé en asimilar que estaba fuera de mis manos controlar y tarde comencé a disfrutar, pero si lo hicimos. Consejos: -no inviten personas por compromiso, aunque sean familiares (una tía y prima estuvieron realmente nefastas, por no decir otra cosa) - Deleguen a una persona externa a coordinadora y damas al supervisar que todo esté bien (en mi caso me hubiera apoyado en mi mamá) - Pongan un tiempo determinado para las fotos, a nosotros nos comió el tiempo horrible, espero se compense con las fotos. Hubo momentos muy divertidos en la fiesta, la liga y el ramo señores se llevaron la noche, creo que nos hizo faltar disfrutar más con los invitados, y como nota agregaría que mi esposo literal hizo todo para complacerme en todo momento, se portó como un caballero.