La boda de Rafael y Gabriela en Coatepec, Veracruz
Al aire libre Otoño Blanco y negro
R&G
02 Nov, 2020La crónica de nuestra boda
No sé realmente cómo iniciar a narrar toda la travesía que representó para nosotros poder casarnos. Inicialmente, nuestro plan era casarnos en 2019 pero tuvimos tan mala logística que lo pospusimos para el 2 de noviembre del 2020. Todo marchaba perfectamente, para febrero de este año ya habíamos visitado varios proveedores y ajustado nuestro presupuesto y un mes después pasó lo que ya todos saben: cuarentena.
Nos mantuvimos optimistas al respecto, creyendo ilusamente que para agosto la situación de la pandemia sería menos grave y podríamos continuar con la celebración tal cual teníamos pensada, así que vía internet y telefónica, tratamos de mantener contacto con nuestros proveedores y estar al tanto de las medidas sanitarias del lugar donde teníamos pensado casarnos.
Nuestro plan original era casarnos en Teziutlán, Puebla, y dada la situación de pandemia, optamos por sólo hacer la firma y posponer la celebración a otra fecha. La primera visita al registro civil fue para pedir informes ya que por teléfono los datos parecían confusos, nuestra segunda visita fue para hacer las pruebas médicas y llevar los documentos pero desafortunadamente, sentimos que todos los requisitos que nos habían dicho inicialmente los cambiaron totalmente. Y luego de decirnos que sí podíamos casarnos el 2 de noviembre, al final dijeron que no por ser día inhábil, así que nos encontrábamos en un punto muerto porque todo lo planeado se venía abajo. Más de una vez tuvimos el pensamiento de posponer todo al próximo año y dejar las cosas como estaban, pero supongo que algo que nos caracteriza es ser tercos así que buscamos otras opciones.
Seguir leyendo »Tuvimos una oportunidad en el registro civil de Xalapa, donde recibieron nuestra documentación sin ningún problema, fueron extremadamente flexibles y siempre tuvieron disponibilidad hacia nosotros por cualquier duda o preocupación respecto al trámite. Una vez solucionado el papeleo, buscamos un espacio privado que tuviera un área al aire libre (por tema de covid y espacios cerrados) y tuvimos la fortuna de que Coatepec tenía una cabaña con un espacio ideal junto a un rio. Teníamos los trámites en orden y el lugar apartado, ahora podíamos pensar en preparar algún detalle especial para el día. Como todo se estaba realizando fuera de lo que originalmente teníamos planeado, decidimos que todos podían vestir de manera casual, nos mandamos a hacer playeras especiales para la ocasión y también hicimos para nuestros testigos, compramos cajas de música para darles y mandamos a hacer un sello especial para la fecha. Sabíamos que no era la fiesta que queríamos pero no por eso queríamos omitir el hacer especial el día con algunos detalles improvisados.
Todo finalmente marchaba en una sola dirección y sentíamos que pese a toda adversidad previa, podíamos finalmente relajarnos, al menos eso pensamos hasta que llegó octubre.
Un mes antes de casarnos, empezaron a surgir una serie de inconvenientes que nos hicieron replantearnos si realmente todo saldría bien. Yo tuve problemas con mis encías y me recomendaron la extracción de mis 4 muelas de juicio, pero como en ése momento todos nuestros recursos estaban destinados a la boda, pospusimos ésa cirugía con la esperanza de que no tuviera complicaciones para la boda. Luego, uno de nuestros testigos no podía terminar de confirmarnos su asistencia ya que tenía programado un viaje de negocios al extranjero y nos tuvo dos semanas en suspenso. Después, una semana antes de la boda, otro testigo tuvo que cancelar por cuestiones médicas. Y al final temíamos por el clima ya que nos preocupaba que lloviera ése día y no pudiéramos llevar a cabo nada de lo planeado.
Contra todo pronóstico, nuestro testigo que viajaba al extranjero nos confirmó, porque al final su viaje no se realizó, para el testigo que no pudo asistir encontramos un buen amigo que pudiera estar en su lugar y la jueza fue muy flexible al aceptar un testigo nuevo a una semana de la boda y el clima para el día 2 fue sencillamente maravilloso.
Fue un día de muchas emociones, porque luego de tantas dificultades y la incertidumbre de si todo saldría bien, al final pudimos ver a nuestros amigos más íntimos y familia compartiendo con nosotros un momento que hace mucho queríamos realizar.
Ya estamos casados, es cierto, pero como mencioné en líneas anteriores, somos tercos y aún queremos tener la oportunidad de festejar con todos los amigos y familia que no pudimos invitar a causa de la pandemia. Aún queremos celebrar rodeados de todas las personas que han sido significativas en nuestra vida así que esperamos el próximo año, venir y contar no la historia de nuestra boda sino de la fiesta por nuestro primer aniversario de bodas, tal cual la habíamos pensado junto con los proveedores que de manera excepcional, han tenido la paciencia de esperar junto con nosotros hasta hacer posible el plan original.
Gracias por leer y disculpen que fuera tan extenso.
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