La boda de Ramiro y Alejandra en Puebla, Puebla

En febrero nos sentamos a analizar la situación, pasó por mi mente el cancelar todo y solo tener el civil con familia, pero Ramiro me dijo que no tomaríamos una decisión, por lo menos no ese día y esa fue la mejor decisión que pudimos tomar. Platicamos con el hotel y nos dieron la opción de hacer algo chiquito para nuestro civil y volver a mover nuestro evento grande y esa nos pareció una buena idea, así que una vez más volvimos a mover nuestra fecha para marzo 2022. Yo me fui a Puebla a principios de marzo para poder planear la ceremonia del civil: los servicios que ya teníamos contratados los cambiamos de fecha y nos volvieron a cotizar para un evento nuevo. Los hice correr demasiado y siempre estaré agradecida con todos los que estuvieron involucrados porque fue una ceremonia muy linda.

Para los colores de la decoración, elegimos una combinación de palo de rosa con blanco y dorado, fue una decisión fácil de tomar; platiqué con Ramiro y decidimos que tendríamos nuestro primer baile. Se acomodaba bastante bien, si tendríamos 2 fiestas, y estábamos indecisos entre 2 canciones, ¿pues por qué no 1 canción para cada fiesta? La canción que bailamos ese día fue "Solamente tú" de Pablo Alborán. Fue un evento chiquito, pero muy bonito y significativo para nosotros. Nos fuimos de luna de miel al Secrets Akumal que está en Riviera Maya, un hotel solo para adultos, todo incluido, en donde comes demasiado bien y la atención es perfecta.

Pasaron los meses y hubo cambios en nuestra situación personal y decidimos casarnos por la iglesia. Fui a Puebla y la apartamos en diciembre 2021. Como ya teníamos todo planeado, me di el lujo de dejar todo en pausa y hasta 2022 ver que estuviera todo en orden, y si encontrábamos algo que nos faltara poder resolverlo con tiempo. Debo confesar que fueron los meses más complicados de mi vida y realmente no por la boda, nuestra situación personal tuvo algunos cambios que no fueron nada fáciles para mí, y yo lo único que pedía era que llegara el día de la boda, porque algo dentro de mi sabía que después de ese día, todo volvería a la normalidad.

Por fin llegó la fecha de mi vuelo para Puebla, lo que quería decir ¡que estábamos a 2 semanas de la boda! El poder estar con mi familia, el sentir ese apoyo, me ayudó demasiado y pude llevar las cosas mucho más fácil. Esas 2 semanas fueron de puros detalles y de que los nervios llegaran de a poco. Faltaban 4 días para la boda y por fin pudo llegar Ramiro, era lo único que me hacía falta para sentirme completa. Los dos estábamos nerviosos y estresados, por supuesto que con cualquier cosita nos molestábamos, pero los dos entendíamos la situación y el cómo nos sentíamos los dos. ¡Los regios llegaron a Puebla! Decidimos darnos 1 día de descanso de planear boda y poder convivir con la familia y amigos que hicieron el viaje. Los llevamos a conocer algunos lugares lindos y que pudieran comer rico. Al día siguiente solo planeamos un brindis en la tarde con familia y amigos.

¡El día de nuestra boda por fin llegó! los nervios estaban con todo, mi perfección no me permitía estar tranquila y me daba vueltas en la cabeza que algo nos había faltado. Yo tenía la necesidad de poder ver y abrazar a Ramiro para que me dijera que todo estaba bien, pero tenía que seguir el plan. Todo nuestro día estaba perfectamente bien planeado y fue lo mejor que pudimos hacer. A nosotros nos gusta planear perfectamente las cosas, y más en un día tan importante, pero el que todos lo que tenían papeles importantes (familia y amigos) supieran cuál era el orden de las actividades, horarios, etc, fue quitarnos un peso de encima y disfrutar al máximo. A grandes rasgos, este fue nuestro itinerario...

Nos arreglamos en el Hotel Quinta Real: desde el momento en que llegamos, la atención fue impresionante, el ver como estaban montando todas las mesas, la pista ya estaba puesta... el ver como todo lo iba tomando forma, hacía que se hiciera más real. Luego nos fuimos a la catedral. Planeamos todo para no vernos hasta la iglesia, todo salió perfecto. Yo temblaba de los nervios, y tenía que respirar muy profundo para no llorar de la emoción. La catedral, ¡qué lugar! Toda la celebración fue hermosa.

Para la sesión de fotos, rentamos una locación que era irreal, fue justo lo que teníamos en mente con un toque extra. Todo el tiempo que estuvimos ahí la pasamos super bien, las fotos quedaron perfectas, el equipo super lindos todos. Fue un momento mágico para nosotros. Para la fiesta, la decoración y la atmosfera que tenía el lugar fue impresionante. El poder ver todo nuestro esfuerzo y tiempo invertidos, fue algo demasiado bello. Todos la estaban pasando bien. La cena estuvo deliciosa. La música de fondo era perfecta. La atención de los meseros impecable. Durante toda la fiesta la gente bailó y disfrutó. Para nuestro segundo primer baile elegimos la canción "When you say nothing at all", teníamos una coreografía ensayada... no tuvimos que platicarlo, simplemente en cuanto la canción empezó la dejamos a un lado y el baile fue como realmente somos nosotros.

Al escribirlo parece que fue algo muy chiquito, pero el poder vivirlo fue algo mágico. Para nosotros la boda es una presentación de como es la pareja, es en donde se puede ver reflejado el equipo que hacen, además del cariño que la gente les tiene. Cada quien tiene su forma y hace lo que le gusta, a nosotros nos gusta que cada mínimo detalle esté cubierto. Nos preocupamos porque cada uno de nuestros invitados la pasara demasiado bien, y se quedaran con un lindo recuerdo de nosotros. Sin duda el día más esperado por todos nuestros seres queridos.

Nos volvimos a ir de luna de miel a un Secrets, pero esta vez en Playa Mujeres. Otra vez una super opción, nos la pasamos increíble, nos desconectamos del mundo entero apagando celulares y realmente disfrutándonos como pareja. Esto es algo que si puedo recomendar, pasas por demasiado estrés antes de la boda ¡y te la vives pegada al teléfono porque todos los proveedores te preguntan cosas! El poder estar unos días sin saber que es lo que está pasando en el mundo entero es algo increíble.

Fueron 2 años de mucha planeación, cambios, lagrimas, desesperación y muchos sentimientos encontrados... Y por supuesto que hubo mil cosas que salieron mal, pero son esas cosas imperfectas que hicieron de nuestro día algo perfecto.