La boda de Ricardo y Carla en Zempoala, Hidalgo

Llego el momento, mi papá fue por mí a mi habitación, después de haber hecho algunas fotos con mi mamá y mis damas, después la caminata hacia la capilla.

Fue un camino lleno de emociones, y demasiado emotivo que compartimos padre e hija. Llegamos y las cuerdas empezaron a tocar, al momento de entrar las lágrimas nos invadieron a la mayoría, fue muy romántico.

La ceremonia, el discurso del padre, la capilla, todo fue más de lo que esperábamos, era increíble estar viviendo un día tan anhelado, ambos nos veíamos con complicidad, recordándonos que era verdad, que no era un sueño, que al fin estaba pasando…

Salimos de la iglesia entre flores y burbujas, después al jardín donde encontramos un hermoso montaje para la ceremonia civil, la cual fue también emotiva. Después los invitados al cóctel donde hubo de todo, paletas con alcohol, mezcal, vodka, ron, gin, etc., pastes y una fuente de chamoy, mientras que nosotros los novios junto con las damas y bestman, comenzamos la sesión de fotos, fue divertido y aunque nerviosos pues no sabemos posar, fue divertido.

Después una sesión para nosotros, en diferentes espacios de la hacienda, la cual había que fotografiar, pues es espectacular, y ahora si la entrada triunfal como esposos.

Proyectaron un vídeo sorpresa que mi esposo me hizo y otro que mi papá también realizó llena de fotos de pequeñitos, después el baile, lleno de errores pero aun así único. Este es un gran recuerdo pues durante este año de preparación nunca nos preocupamos por ensayarlo, pero esa mañana amanecimos un poco consternados por el tema y montamos algunos pasos, aun así, nada salió como lo montamos, pues no lo ensayamos con el vestido, eso es un buen tip.

A continuación el banquete, delicioso, el pastel también espectacular de vista y sabor, comenzamos la fiesta y comenzó la diversión, ambos nos aseguramos de nunca estar disfrutando la fiesta sin el otro, baile, bebidas y buena música, muy buena música, además de un buen animador, fue la fórmula para hacer bailar hasta a los que sabíamos nunca bailan.

El ramo lo antecedió un momento con luces de bengala en donde desde un balcón disfrutamos la vista e hicimos varias fotos, luego la liga divertidísima, yo siempre juré que no lo iba a hacer, y al final fue un momento divertido para todos.

La fiesta fue espectacular, divertida y llena de ambiente, el servicio de la hacienda fue super profesional y atento tanto como con nosotros como con los invitados.

La boda la pensamos para que todos la disfrutarán, para los niños dimos uso kits para entretenerlos, que tenían libros de colorear, crayolas, juguetes y burbujas, para los demás hubo encendedores para los hombres y para las luces de bengala, macetas de suculentas, unas toallitas que hizo mi suegra, pantunflas para más entrada la noche y una cabina de fotos.

Al otro día en el recuento del día, no hubo más que felicitaciones por el evento y para todos los integrantes de Eventalia, la organizadora de eventos de la hacienda, todo fue perfecto. Todo el mundo remarcó el hecho de que estuviera tan bien organizado, todos los momentos fluyeron y fueron del agrado de los asistentes, y para nosotros todo fue diversión y alegría, no nos despegamos para nada, bailamos, brindamos como nunca, pasamos el mejor momento de nuestras vidas con nuestros amigos y familia, y aunque hay cosas que si pasan en la fiesta sin que las puedas notar, cuando tus invitados te las cuentan ves que al final todo mundo lo vive desde diferentes perspectivas, pero al fin y al cabo todo es mágico.

Ahora estoy casada con el mejor hombre del mundo y la mejor persona que he conocido, y vivimos una hermosa boda, en un increíble lugar. La verdad es que yo creo que ni el vídeo ni las fotos le hacen mérito a lo vivido y lo hermoso que fue, aun así, la verdad estoy enamorada de esos recuerdos y puedo verlos una y otra vez.