La boda de Rigoberto y Blanca en Lerdo, Durango

La crónica de nuestra boda

Todo estuvo muy bonito. Me gustó mucho nuestra boda, es algo que me encantaría repetir. Primero fueron muchos nervios porque todas las aplicaciones de pronóstico del clima mostraban que iba a llover y en el lugar de recepción no hay lugar para refugiarse, todo está al aire libre. No conseguíamos toldo y cuando por fin encontraba estaban muy bonitos pero fuera de nuestro presupuesto. Por fin conseguimos toldo pero en el jardín del evento nos dijeron que si había toldo no se podría poner la decoración aérea (iluminación), estuvimos ahí la tarde del día anterior para ponerla nosotros mismos, porque si era posible. En la noche volví a ir para ver como se iba a ver la iluminación.

Ya el sábado estaba más tranquila, la cita para peinado y maquillaje fue con Francisco en Gomez Palacio, todo muy bien me encantó su peinado y el maquillaje con Emmanuel, salí de ahí antes de la hora que me habían comentado (muy bien), la sesión de fotos fue en Villa Sta. Elena, la misa fue en el Sagrado Corazón, aquí comenzaron los contratiempos, el Padre cambió todas las canciones que llevaba el coro (aunque fueran de la Iglesia), no permitió que el novio volteara a verme caminar al altar, un Padre muy regañón, no nombró a los padrinos de velación, el sacristán no quiso prender los aires, no quería que se dieran ahí los recuerdos, no quería que se encendieran las luces de bengala a la salida.