La boda de Roberto y Alejandra en Hermosillo, Sonora

La celebración religiosa fue muy bonita, los dos estábamos muy nerviosos pero muy contentos recibiendo la bendición de Dios mientras nuestros familiares y amigos eran testigos. En cuanto termina la misa salimos de la iglesia mi esposo y yo directo al carro para irnos a nuestra sesión fotográfica, sin poder recibir ningún abrazo de felicitación, ya que para las fotos necesitábamos poder aprovechar lo más que pudiéramos la luz del sol.

Nuestra sesión de fotos estuvo muy divertida: primero fueron las fotos donde solo él y yo participábamos y después fue con los amigos y familiares, entre fotos comimos pizza y tomamos algunas bebidas. Después de ahí ya teníamos un momento de descanso y nos relajamos como 1 hora aproximadamente antes de llegar al lugar del evento.

El lugar estaba decorado precioso, muy elegante, los centros de mesa, el pastel, la mesa principal, la pista de baile, todo estuvo estupendo. Ahí mismo fue nuestra boda civil en donde nos acompañaron familiares y amigos más cercanos, hicimos un brindis mientras nuestro padrino nos dedicó unas palabras muy bonitas y emotivas. Todos nos comenzaron a abrazar y felicitar, y empezó la gran fiesta, más invitados seguían llegando, ya estaba casi lleno, entonces se reparte la cena que por cierto estuvo exquisita, y después fue el primer baile, nuestra canción fue la de “Perfect” de Ed Sheeran y Beyoncé. Sentí mucha felicidad mientras bailaba y disfrutaba ese momento romántico con él, y poderlo estar compartiendo con todos nuestros invitados. Después siguió el baile con mi papá, nosotros somos muy apegados tanto él conmigo, como yo con él, por eso elegí la canción “Hija” de Abraham Velázquez y debo confesar que tuve sentimientos encontrados. La letra de la canción nos sacó lágrimas a más de uno en ese momento, pero sin duda alguna quedó como anillo al dedo.

Seguido del baile pasamos a tirar el ramo y la liga y terminando con eso, continuó la música, la fiesta y todos los invitados se levantaron a bailar, desde ahí la pista nunca quedó vacía, había mucho ambiente, la música estuvo buenísima, nosotros no paramos de bailar en ningún momento.

Sin duda alguna fue el mejor día de mi vida, perfecto e inolvidable.