La boda de Roberto y Aletvia en Cholula, Puebla

Terminando la ceremonia por el civil nuestros invitados procedieron a entrar al salón mientras nosotros teníamos una pequeña sesión fotográfica en el mismo jardín. Algo de lo que nos enteramos después es que hubo un poco de problema con los asientos, ya que no sólo asignamos mesa también asignamos asientos ya que habían diferentes menús y realizamos etiquetas para cada uno con frases personalizadas y su respectivo recuerdo. Quizá hubiera sido mejor hacer los letreros más grandes o alguna otra situación, pero al final disfrutamos de las fotos de nuestros invitados con sus letreros personalizados y sus recuerdos esperándolos.Ahora sí, ¡la recepción!

Gracias a nuestra coreógrafa, realizamos una pequeña entrada, dando una vuelta a la pista y tomamos nuestro lugar en nuestra mesa. El discurso lo dio mi esposo un tanto nervioso pero se dio. Luego la comida muy rica, el conjunto de cuerdas excelente y por fin uno de los momentos más esperados, nuestro primer baile. Sin duda uno de los mejores momentos de ese día como tal nosotros habíamos ensayado una coreografía no tan complicada y tampoco tan sencilla, pero definitivamente con mucho amor que creo que esa fue la mejor parte y que a todos les gustó (personalmente veo esa parte del vídeo muy seguido). Luego de eso bailamos otra pequeña coreografía para abrir la pista con un pequeño tropiezo pero una vez de eso comenzó el baile. La música excelente, la mayoría de nuestros invitados bailando, la tradicional víbora (sólo vi cómo se llevaban a mi esposo al otro lado de la pista en el turno de los hombres), la marcha fúnebre (mi esposo salió casi volando), el ramo, la liga y el pastel. Honestamente en cierto punto y luego de subir y bajar todo el día, gozamos de algunos momentos para tomar una bebida y apreciar nuestra obra y ¿saben algo? No cambiaría esos momentos de apreciación por una pieza más de baile a pesar de que me encante bailar, porque son una imagen y sensación hermosas las que conservo en mi mente de esos momentos. Luego de eso sólo nos quedó terminar de disfrutar nuestro día pues como nos lo dijeron muchos de nuestros invitados habría que disfrutar cada paso, porque sería único y algo que recordaríamos el resto de nuestra vida. Y pues básicamente esa fue nuestra boda, luego de meses de preparación, amor y mucho trabajo, todo fue perfecto porque lo hicimos con amor, lo compartimos con las personas que más queremos y sin duda celebraremos algún futuro aniversario de nuevo a lo grande, aunque sin duda alguna esta tendrá un lugar muy especial en nuestro corazón.