La boda de Rodrigo y Sandra en Naucalpan, Estado México

La crónica de nuestra boda

Uno de los días más maravillosos de mi vida empezó cuando me levanté a las 8 de la mañana y aproximadamente a medio día ya estaba en la hacienda, la ceremonia y el banquete fueron ahí mismo, la hacienda tiene una capilla hermosa que me enamoró desde el primer día que la vi y el día de la boda viéndola decorada me enamoré nuevamente, tenía un cuarto asignado para mí donde se llevó a cabo mi maquillaje y peinado. De los momentos más emocionantes, fue el ponerme mi vestido el ir a elegirlo casi 8 meses antes, las pruebas, los ajustes, todo cobró vida al momento de verme al espejo, siempre diré que una de las cosas que más disfruté del proceso fue mi vestido. Claudia y su equipo me dejaron como siempre quise lucir ese día, un maquillaje que me duró toda la fiesta, durante ese tiempo Ale y su equipo tomaron fotos de cada momento que para mí es inolvidable, tuvimos una sesión de fotos con mis 10 damas y 10 best men, fue de los minutos más bonitos porque tanto para Rodrigo como para mí es gente especial en nuestras vidas, fue una sesión muy divertida. A las 6pm empezó la ceremonia y es indescriptible ese momento en el que entré del brazo de mi papa y vi a Rodrigo al fondo de la capilla, creo ahí me di cuenta de que todo el esfuerzo que hicimos él y yo durante un año completo de planeación valía completamente la pena. A las 8 empezó la recepción tal cual lo soñé se veía el jardín, mi decoración fue vintage con solo flores blancas, empezó tocando un saxofonista mientras se servía la cena, una cena muy sencilla porque soy una novia no muy típica y trate de romper con este estereotipo de las cenas en las bodas.