La boda de Rogelio y Citlalli en Tula de Allende, Hidalgo
De noche Primavera Verde 4 profesionales
R&C
27 Abr, 2019La crónica de nuestra boda
Todo comenzó para mí desde el viernes 26 abril, nosotros llegamos ese día para afinar detalles. El sábado los invitados comenzaron a llegar desde las 9 para aprovechar en visitar algunos alrededores como los Atlantes de Tula, ir a desayunar y disfrutar un poco del hotel. Nos hospedamos en el hotel Cuellar, un lugar por cierto muy confortable. Al filo de las 3 ya estaba casi lista y muy nerviosa porque tenía que estar a las 3 con el fotógrafo, lo bueno que estábamos enfrente de la catedral, literal cruzando la calle.
Al fin llegué 3:30, iniciamos con la toma de algunas fotos, comenzaron a llegar los invitados y el nervio y la emoción me invadieron (un mar de emociones). Fue uno de los momentos más felices la hora de la misa y se hizo aún más por la música del grupo que nos ayudó a amenizar. Lo que más me impresionó fue la cantidad de invitados que asistieron, puedo asegurar que fue el 99% y desde la misa ya estaban presentes. Al salir de la catedral todos los invitados se formaron para darnos nuestro abrazo y todos querían foto, lo cual era un honor para nosotros.
Seguir leyendo »Llegamos al salón como a las 6. El evento fue en el salón Malaika, los recibimos con una coctelería y en lo que entraban se quedaron en el jardín tan amplio que tiene el lugar. A las 7 hicimos nuestra entrada y abrimos pista con la canción “Solo para Ti” de Camila. Enseguida nuestros padrinos de velación ofrecieron la revista una tradición oaxaqueña que consiste en que todos los padrinos pasen a tomar mezcal y todas las bebidas que haya, en este caso fue: mezcal, crema de mezcal y enjambre, fue una sensación para todos los invitados.
Enseguida se abrió la cena, después el primer baile. En la primera pausa del grupo musical Euforia, mis padrinos de copas ofrecieron el brindis, cortamos el pastel, se abrió la mesa de dulces. El padrino de bautizo (porque también bautizamos a nuestro peque) aventó el bolo, y continuó la fiesta. Antes de terminar el grupo se subieron chilaquiles rojos y cerramos con un tecladista de música oaxaqueña. Todos quedaron muy satisfechos y felices con el salón, la música, la cena, etc. Agradezco a todos mis proveedores que hicieron posible el evento, así como a nuestros padrinos y amigos que nos apoyaron. Fue uno de los días más felices de nuestras vidas.
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