La boda de Román y Reyna Guadalupe en Veracruz, Veracruz

Mis damas de honor fueron 7 (mi hermana llevó el vestido estampado de varios colores y mis amigas y prima escogieron un color de los que llevaba el estampado), quise que fueran de diferentes colores y diseños para que también ellas se sintieran cómodas. Toda la ceremonia transcurrió sin contratiempos, llenos de emoción al jurarnos amor y fidelidad, al hincarnos mi esposo sacó un changuito de juguete que era de su mamá, en ese momento me enternecí, es como sentir la presencia de su mamá fallecida y recibir su bendición al igual que su papá fallecido. Las palabras del sacerdote muy cálidas. Al finalizar la ceremonia lo tradicional llevar flores a la Virgen y tomarnos fotos con los invitados, la sorpresa del momento fue escuchar el Ave María por mi amiga Natalia que es cantante de mariachi, ahí sí de plano ya no pude contener el llanto de emoción y felicidad. Son momentos mágicos que transcurren muy rápido y hoy al recordarlos vuelvo a emocionarme como si estuviera viviéndolos en ese momento. La fiesta fue muy agradable, disfrutando de la convivencia de familiares y amigos. Las emotivas palabras de mi papá al dar el brindis de celebración, eso me llenó de emocion y lágrimas, ya que a pesar de que mi hermana le escribió el discurso, escucharlo decir las palabras con su toque personal a pesar de que él tiene una disminución de su audición dar el brindis fue maravilloso. El primer vals como esposos me enterneció: bailamos la de Víveme de Laura Pausini con Alejandro Sanz, sentirme dichosa y muy feliz de vivir ese baile que tanto había soñado, fue dar gracias a Dios por esta gran oportunidad. Ver a mi ahora esposo danzando entre las mesas de los invitados para atenderlos, yo de plano me limité más a comer porque durante todo el dia no lo había hecho, quería disfrutar de la comida, los eventos tradicionales como La Víbora de la Mar, aventar el ramo... fueron divertidos porque mi hermana a pesar de que se escondió le cayó en sus manitas el ramo. La verdad casi no bailamos en la fiesta, no me puedo explicar en qué momento me entretuve tanto entre fotos y la atención de los invitados, hasta que mi esposo me dijo vamos a bailar es nuestra boda y no hemos bailado. Ver bailar a mis padres, mi hermana, mis demás familiares fue un gran placer. La mayoría de los invitados se fue temprano, al finalizar nos quedamos sólo nosotros dos en la pista bailando con las melodías que nos dio extra el grupo de sonido que contratamos. Al finalizar nos quedamos a recoger algunas cosas de la fiesta y el pastel. Una luna maravillosa nos iluminó esa noche. No tuvimos luna de miel ya que nos quedamos en casa de mis padres a disfrutar de la convivencia de los familiares que habían viajado de otros lugares para la boda. Aún estamos esperando conseguir viajar a nuestra luna de miel. Son nuevas experiencias, adaptándonos y sobre todo reafirmando la decisión de ese día: amarnos eternamiente y por miles de galaxias.