La boda de Sofía y Rubén en Manzanillo, Colima
En la playa Otoño Amarillo 8 profesionales
S&R
10 Nov, 2019La crónica de nuestra boda
Día inolvidable gracias a Dios. Tal como la novia lo deseaba; en la playa con familia y amigos.
íias previos un tanto estresantes pero que se disfrutaban cuando se iba acercando la fecha más importante para nosotros. Los preparativos realmente en su mayoría corrieron por parte del hotel; lo que nos preocupaba realmente eran los recuerdos; abanicos y sandalias para ellas y sombreros y lentes de sol para ellos; que estuvieran en tiempo y fueran de la calidad de acuerdo a nuestros invitados. En cuanto a las reservaciones del hotel hubo un buen momento de estrés por los últimos arreglos que hacian los invitados de última hora pero bueno, siempre pasa esto.
Y lo hicimos. Gracias a Dios por fin nuestro sueño (por casi 15 años de espera del novio) se hizo realidad, unir nuestras vidas para siempre y nunca jamás volvernos a separar.
Contratamos un paquete de bodas en el hotel Las Hadas en Manzanillo, Colima.
Muy bonito hotel y excelente atencion de su personal. A nuestros invitados les encantó el hotel, incluso a muchos invitados que viajaron desde Seattle,WA. E.U. El calor para haber sido en noviembre fue algo atipico segun la gente del lugar; siendo la mayoria de nuestros invitados de la Ciudad de México, sentimos realmente el rico calorcito de Manzanillo; el clima en su esplendor.
Seguir leyendo »Los amaneceres eran espectaculares. La habitación que nos dieron tenia vista al mar y en la mañana cuando el sol hacía acto de presencia era como un augurio de que todo iba a estar bien. Realmente lo disfrutamos.
Decidimos hacer todo en la playa; todo, desde la boda civil y religiosa hasta la recepción. Realmente Dios nos regaló un clima muy agradable ese inolvidable día 10 de noviembre; el viento soplaba acariciando la belleza de la novia vestida con un hermoso vestido blanco; mientras el sol hacía correr sudor por todo el traje de lino color arena del novio, a la vez que el viento lo refrescaba y le daba esa sensación tan especial que sólo la novia podia darle también.
La wedding planner estuvo al pendiente del arreglo de las mesas y de que la playa estuviera limpia y peinada para nosotros; la agencia de viajes que contratamos nos ayudó con el gazebo y nos encantó la vista, era más que genial: playa, mar, amigos, familia y nuestros sueños haciéndose realidad.
El momento en que vimos caminar a los hermosos pajecitos (dos preciosas sobrinas aventando pétalos de rosas amarillos y blancos y un sobrino haciendo sonar la campana y el letrero de aviso "ahi viene la novia que le pediste a Dios" (más tarde conocido como el "roba bodas" porque todo mundo lo chuleaba porque se veía guapisimo y se fijaron más en él que en nosotros) fue el momento de más nervios... ya era demasiado tarde para rajarse, como decimos en México.
Llegó el momento de firmar ante el juez, ver a nuestros testigos poner su firma en el papel que legalmente unía nuestras vidas. La presencia del pastor que ante Dios nos declaraba "marido y mujer"; momentos de llorar de alegría.
Las fotos con todos nuestros invitados, las tomas fotográficas con nosotros dos posando el uno para el otro, sonriéndonos en todo momento, y como no, ya eramos esposos.
La hora del banquete; los invitados sentados sobre las sillas puestas en la misma playa que nos vio casar, a la luz de las velas que suspendían sobre los bellos centros de mesa; el brindis por parte del papa del novio; las palabras de aliento y consejos por parte de los invitados; ya era hora de degustar el banquete preparado para nuestros invitados: ensalada tricolor o sopa de cebolla al gratin de entrada; escalopas de res en salsa de champiñones o filete de dorado en salsa a las finas hierbas con guarnicion de puré de espárragos o jitomate a la provenzal; el postre fue tentación de chocolate o pastel de queso con fresa y salsa de naranja. Todo ríquisimo gracias a Dios. La comida es una de las más grandes preocupaciones en cualquier boda, pero aquí fue todo un éxito, gracias chef.
Y el pastel, pequeño por recomendacion misma del hotel y provisto por el mismo.. una delicia. Estaba super rico de verdad.
Llegaba la ocasion ideal para que algunos de nuestros invitados le cantaran al oido a su pareja; festejábamos al amor ¿no? asi que el karaoke fue el invitado especial. Aunque sinceramente fue la parte más decepcionante de la fiesta: la música; el DJ nos falló con la música y con las canciones de karaoke que le habíamos reservado, pero apesar de eso nos dedicamos a reir y disfrutar junto con algunos juegos que se prepararon previamente para gozar con nuestros invitados; hasta hubo una cancion dedicada en inglés que uno de nuestros amigos cantó puesto que el no habla español: "The Very First Time When I Saw Your Face" de Roberta Flack; genial canción.
En fin, maravilloso día de alegría y bendición.
Ya no somos dos sino uno solo; ahora viene la parte mas dificil del camino. Aprender a caminar juntos a pesar de lo áspero y pedregoso que pueda ser el camino, paso a paso, sin prisa por correr que al final del camino sabemos que esta la felicidad que Dios nos ha reservado.
P.E: Si durante el caminar juntos nos paramos un momento, será porque en el camino nos encontramos o a un hermoso cachetón o a una hermosa cachetona.
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