La boda de Tomás y Ana Patty en Tampico, Tamaulipas

El vestido lo compré por internet en una oferta de la página Davids Bridal, pedí que se lo entregaran a una amiga que vive en Estados Unidos y cuando me lo trajeron me quedaba perfecto, lo malo era que faltaban unos meses para la boda y el bebé iba a crecer así que lo mandé arreglar a un taller local. En cuanto a flores, optamos por el proveedor que nos habían ofrecido en el paquete del salón y nos dio descuento por ello. El ramo fue lo mejor. No quisimos flores en la iglesia pero igual cada iglesia tiene sus arreglos y en ese momento ni cuenta te das de nada. Las invitaciones, yo estaba dispuesta a comprar en una papelería especializada en papel los sobres y las hojas en blanco e imprimirlas, algo muy sencillo puesto que creo que ya solamente se da invitación en papel a la gente mayor y familia que siempre la pelea, pero nos dimos una vuelta por un negocio local en la que cada invitación ya impresa salía alrededor de 13 pesos y el tiempo de entrega era una semana, así que no lo pensamos más. El resultado fue muy bueno y sencillo.

Lo más difícil para nosotros fue la sesión de fotos tanto de solteros como de boda. El hecho de coordinar los días y horarios para peinarte, maquillarte, alcanzar las puestas de sol para las sesiones de exterior y además lucir radiante y natural habiendo andado a la carrera fue desgastante (y fueron tres sesiones). Buscamos en internet muchas ideas originales para las sesiones.

Para la boda civil tuvimos que tomar un curso que te piden aquí en la ciudad como requisito, así que les recomiendo que lo investiguen con tiempo para coordinar las fechas.

En lo personal no soy muy detallista, me considero práctica y debido a la premura y las circunstancias decidimos no dar recuerditos. En las mesas pusimos solo almendras con chocolate y en el paquete de las fotos venían unos agradecimientos con nuestra foto y creo que fue suficiente.

Pasaron tres meses en una noche (para mí) y al final todo salió bien. La gente nos dio muchos comentarios positivos sobre la fiesta, la música, la comida, todos estuvimos a gusto. Hemos platicado al respecto y todo para nosotros ese día pasó rapidísimo, creo que sufres más preparando todo, me pasó como cuando era niña que pasaba horas adornando la casa de las muñecas y cuando terminaba ya tenía que guardar todo y ni jugaba. En este caso, tardamos más en todo el proceso de planeación que en casarnos, en verdad, todo pasa muy rápido, la espera se hace larga y lenta pero al final vale la pena.

¡Ahora estamos encargándonos de otra espera!