La boda de Valdo y Vero en Monterrey, Nuevo León

La crónica de nuestra boda

¡Nuestra boda fue un día de locos literal! Empezando, en el salón donde me arreglé se fue la luz, ese día había mucho viento, llegué tarde a la casa para cambiarme, mi papá no llegaba, el carro tampoco. Llegué raspando a la misa, papá llegó corriendo pero al fin llegamos.

Despues nos fuimos rápido a la sesión de fotos, era al aire libre y yo traía una mantilla larguísima y había demasiado viento. Se rompió la mantilla. Teníamos solamente una hora para la sesión porque teníamos que llegar al civil.

Después nos fuimos corriendo al civil, se me rompió el tacón, la juez no llegaba y todos los invitados estaban abajo esperándonos y yo ya no aguanté y terminé en llanto por mis zapatos y por la juez.

Pero todo se estabilizó. Cuando llegó la juez, nos casó y yo me cambié de zapatos. Ya después de todo eso, disfruté mi noche como nunca y todo esos detalles no importaron porque para mí, mi boda fue la mejor.

Un amigo cercano me mando un mensaje antes y me dijo; disfruta ese día porque no todo saldrá perfecto pero tú lo harás perfecto.