Es difícil opinar sobre este hotel. Se hospedaron cerca de 100 personas en el hotel, por 2, 3, 4 y hasta 5 días. El Hotel no tenía la capacidad para atenderlos debidamente. No se prepararon, no contrataron a más personal. Durante la estancia fue miserable la atención y el servicio, hubo mucha gente muy molesta por eso, hubo otros a los que no se les respeto su reservación porque tenían problemas con "el sistema", el caso es de que no tienen personal suficiente ni la capacidad para sostener grandes grupos.
Por otro lado, Diana y Mara que fueron nuestras wedding planners, contrataron a gente muy profesional para el momento de la boda. La boda superó nuestras expectativas, fue maravillosa, estuvieron al cien por cien, no hubo ni una sola queja, la comida deliciosa, la atención, todo estuvo de maravilla, cada detalle y atención.
Al día siguiente para el brunch, de nuevo, el hotel con menos de 4 meseros para atender a todas las personas, al menos una hora de espera para el desayuno y la comida.
Así que para valorar es muy difícil. Al hotel le doy una puntuación mala en general, por más que se esforzara la gente que ya trabajaba ahí. Eran muy pocos, era imposible que se dieran a basto, no se prepararon, el hotel no quiso contratar más personal.
Mi puntuación para las wedding planners y para todo lo que ellas contrataron para exceder nuestras expectativas de nuestra boda fue sin lugar a duda excelente.

Realmente no esperábamos un lugar tan maravilloso como Los Cabos, lo impresionante del mar y la naturaleza nos dejó llenos de mucha energía y felices, vivimos momentos maravillosos vacacionando y relajándonos antes de la boda, el día de unir par siempre nuestras vidas mi esposo y yo estábamos algo nerviosos, pero la organización del Hotel tuvo todo a tiempo, la comida muy rica en un ambiente romántico, además ese día disfrutamos de luna llena y la cena fue junto al mar, mi sueño se convirtió en realidad porque la pasamos fenomenal con nuestros seres queridos, captamos las mejores fotografías y recuerdos que quedarán para siempre plasmados en nuestro corazón.