El chef Bricio Dominguez a cargo de La Canica deja el evento en manos de su hijo Luis Pablo. Creo que solo estuvo ahí cuando llegamos a la boda como para hacer acto de presencia y se fue. Nos vendieron el menú y la presentación de los alimentos como si fuera un restaurante de calidad y eso fue lo que nos gustó y por lo que elegimos el restaurante en San miguel de Allende. Sin embargo, el chef cocinará rico para un menú de degustación más no tiene la experiencia de hacerlo para un evento mayor. Los ceviches y el atún que se sirvió de entrada no cuidaron el sabor y a uno le pusieron demasiada salsa inglesa o maggie. La crema ya no llevaba ni los gusanos de maguey ni el jelly, ellos decidieron servirlo simple, el menú era lechón y opción de salmón para quienes no comen cerdo y pasta y arrachera para niños. No pusieron pan en las mesas, cambiaron las ensaladas elaboradas con distintos ingredientes orgánicos que nos presentaron en el menú de degustación por trozos de lechuga simple con vinagreta y rayaron con balsámico los platos. Esto no fue lo que nos vendieron en el menú de degustación ni la cocción y sabor del lechón eran las mismas. No les dieron arrachera solo pasta a los niños. El postre parecía elaborado en apuro porque era un caramelo pegado al fondo. No cuidaron ni mantuvieron la calidad del menú que nos vendieron. Hoy sabemos que hubiéramos obtenido un mejor catering de otros proveedores que ahora conocemos y a mucho mejor precio. (precio sin alcohol)

No tienen experiencia en eventos, el chef nos había ofrecido apoyo con todo el evento y no fue así. Nos vendió un menú y una presentación de los alimentos que el día de nuestra boda decidieron cambiar.