Si la recomendaríamos, sin embargo, tiene varios puntos a trabajar para mejorar sus servicios. A continuación vamos a exponer nuestra historia para que se vean los puntos que comentamos: Tenemos que decir que hicimos esta opinión de manera muy objetiva y pensando en las futuras parejas que planean hacer su boda en algún lugar de la Riviera Maya y tratamos de redactar detalladamente todos los acontecimientos importantes que sucedieron en nuestra boda. Por lo que nuestra experiencia al hacer la boda en esta región de México sin duda nos deja muchos aprendizajes, nuevos sabores y muy enriquecidos de lo que la cultura en sí ofrece a todos su visitantes.
Vamos a decir que desde que todo empezó, D nos vendió muy bien su labor y su trabajo. Fue puntual y precisa. Eso es digno de reconocer. Como punto número uno, después de una entrevista por videollamada, nos envió un presupuesto en el cual no se incluían por escrito todas las cosas que te dicen de palabra. El resto se pasó por alto o nos mencionó que estaba incluida toda la decoración, impresión de los menús, las flores, etc.
Van pasando los meses y la despreocupación, hasta que queda 1 mes para la boda y entonces comienza el estrés y gastos no contemplados en la cotización inicial. Solamente nos contacta para que realices los pagos y si necesitábamos algo, nosotros teníamos que estar detrás de ella siempre. Consideramos que se debió tener en cuenta que se iba a hacer una organización de un evento muy importante en nuestras vidas, y que por lo tanto el 90% de dicha organización se haría a distancia, sin conocerse, y dándose así la totalidad de nuestra confianza a una persona que ni siquiera conocíamos (y más en estos días en los que las estafas están al orden del día), por lo consideramos que el feedback/contacto debió haber sido ser mínimo todos los meses.
Cuando viajamos allí, fuimos a ver la locación y a probar el menú. Tenemos que decir que la locación Marena Beach Club (antes Corasol) que elegimos era espectacular (un poco descuidado por parte de los dueños, eso sí), piscina, salón por si llueve poder celebrar en el interior y playa preciosa. En julio del 2021 cambia de propietario, y D nos dice que lo único que cambia es eso y el nombre del sitio, que las políticas y renta de instalaciones siguen siendo las mismas lo cual nos agrada y firmamos un nuevo contrato con el nombre actualizado del Beach Club el cual pasó a ser Marena Beach Club.
El Beach Club incluía un salón de eventos que en caso de lluvia, se podía acomodar a los invitados ahí, lo cual nos encantó y nos dejó tranquilos. El menú que probamos estuvo perfecto, y aunque es poquita cosa en realidad lo que ofrecen, luego tú puedes pedir otras cosas y te lo cotizan sin problema. Nos presentó al DJ, al fotógrafo y a los jefes del equipo de meseros y hasta aquí todo correcto y todo muy bien.
A 15 días del evento, nos envía una factura en la que empieza a meter extras que no se nos habían contado (comidas del personal, decoración que se supone que ya estaba incluida, mesas de shots, 2 asistentes), no decimos que esto no haya que pagarlo, simplemente que cuando se da un presupuesto se da todo y se dice todo, no se tienen que incluir extras a 15 días de la boda cuando ya no puedes decir que no a nada lógicamente. Aquí ya no nos dejó buen sabor de boca, pero lo último fue que a 3 días de la boda nos tocaron días lluviosos, por lo que el miércoles nos llama diciendo que el día de la boda va a llover y que hay que rentar una carpa.
Le decimos que como que hay que rentar una carpa, si la locación tiene salón para precisamente este caso. Nos dice que el salón ya no está disponible porque hacía unos meses cambiaron de dueño y que habían vendido todo salvo ese salón, por lo que no era de los mismos dueños y que por tanto no estaba disponible ya.
Nuestro enfado ya era increíble a 3 días de la boda y se incrementó más cuando dice que la carpa cuesta 40,000 pesos y que no se puede montar si no se cubre la piscina también, y que cubrir la piscina son 55,000 pesos. Nosotros con un estado de nervios impresionante, ya no podíamos más y le dijimos que no íbamos a pagar esa cantidad de 95.000 pesos, más que nada porque no sabíamos de dónde sacar ese dinero en 3 días (porque claro, todo hay que pagarlo por adelantado aunque resulte increíble). Le dijimos que no pagaríamos la carpa y que por favor acomodara a todos los invitados en la parte techada del Beach Club (la cual alcanzaba para los 100 invitados que teníamos). No le pareció, pero al final tuvo que hacer lo que se le solicitó.
Finalmente el día de la boda, todo empezó mal. Se le dijo que no se sirviera alcohol de forma previa a la boda y ni caso. Cuando llega el novio, ya llevaban 1 hora algunos invitados bebiendo vino. Las canciones seleccionadas para entrar el novio, la novia, etc no sonaron cuando debían, los pajes salieron solos sin la novia por orden de D. La dama de honor salió sola sin la novia.
Todo fue desorganizado y sin atender a la planeación que se hizo. Una vez finalizada la ceremonia civil, había una ceremonia maya, en la cual ella no sabía como hacerla y tomar liderazgo de dicho ritual. El tiempo pasaba y los fotógrafos decían que había qué hacer las fotos, que se estaba yendo el sol y ella empeñada en que primero la ceremonia maya. Finalmente le dijimos a los fotógrafos que no le hicieran caso y nos hicieran la sesión de fotos, que se iba a hacer de noche. Ella ya estaba de malos modos, con malas contestaciones y sin hacer de acuerdo a lo acordado y pagado. Se enfadó y no quiso avisar a los invitados para que se levantaran de las mesas para la ceremonia maya y nadie vino.
Una vez finalizada la ceremonia maya, nos mandó a nosotros los novios a una mesa al lado del baño para sorpresa de todos, ya que parecía que no estábamos ni en la fiesta. Se le dice que nos ponga en el medio para estar cerca de la gente y de muy malos modos dice que a ver si nos creemos que va a estar moviéndonos a donde nosotros queramos. Finalmente tuvieron que venir 3 amigos nuestros y cargar la mesa, las sillas y la comida y movernos ellos con nuestra ayuda. Cuando a ella le apeteció y sin avisar ni terminar de cenar, ni haber ido a dar una vuelta a las mesas para ver que tal estaban pasándolo, casi que nos obligó a salir a hacer el baile de apertura de la fiesta, nos pusieron 1 minuto de canción (escaso) y enseguida empezó ya el grupo contratado. Este tampoco empezó seguido como se había planificado ni con la canción que le habíamos pedido para empezar. Total, de todo lo planificado en la semana previa a la boda no se hizo nada de forma correcta.
Durante la fiesta D estuvo con muy malas caras sentada en un sofá sin atender a nada y con el celular. Además de esto, nos quedamos sin tequila, lo cual se le dijo desde 1 mes antes la cantidad que se quería de cada bebida y no hizo caso en nada, ni de cantidades, ni de marcas. Por lo que tuvo que pedir que fueran a comprar más tequila y compraron José Cuervo, no lo que estábamos tomando antes. Los invitados nos decían que por qué les daba botellas a los integrantes del grupo cuando se iban al finalizar su actuación algo que nos sorprendió muchísimo porque en ningún momento nos pidió permiso y nos dijo que faltaba.
Sus asistentes, el chef y sus pinches fueron muy profesionales y amables. Les recomendamos mucho.
Con respecto al DJ su música fue muy buena y creó buen ambiente. Lo que no hizo fue hablar o presentarse con nosotros, los novios, y en toda la noche nunca entabló ni un hola. Los fotógrafos fueron muy amables y profesionales, tanto los que fueron como el manager, el cual se preocupó mucho porque las fotos estuvieran a nuestro gusto. Felicidades a los fotógrafos de la empresa Cinema & Graphics Wedding Films, les recomendamos mucho. Gracias por su trabajo y haber capturado momentos, expresiones y emociones únicas.
Esperamos que este feedback le sirva a muchas parejas que están buscando una wedding planner. Gracias. Margarita y José.